CON TU FAMILIA
- cpftherapist
- 7 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Con cuál de estas imágenes te identificas? En el mundo de hoy los padres estamos muy preocupados y ocupados en darles a nuestros hijos las mejores herramientas para
que tengan éxito en sus vidas. Los llenamos de actividades extracurriculares, los presionamos para que saquen buenas notas, para que tomen los cursos avanzados. A veces hasta nos matamos trabajando turnos extras para asegurarnos de poderles pagar esa escuela tan cara. Estamos metidos en un mundo tan exigente, que a veces nos olvidamos de las cosas más básicas. Los cimientos de la personalidad de nuestros hijos se forjan en las relaciones con nosotros, sus padres. El sentimiento de autoestima saludable, de sentirse importante y de que cada uno tiene un lugar en el mundo, se construyen en las tempranas relaciones.
Cosas tan importantes como poder resistir a la presión de grupo durante la adolescencia, tener sentido común y opinión propia, poder levantarse ante las caídas y los golpes inevitables de la vida, no se resuelven con cursos avanzados o clases. Se construyen en la temprana relación con nosotros los padres y los hermanos.
Cosas tan sencillas como comer en familia, pierden su “vitamina” si el comer no es solamente una excusa para el reencuentro familiar. En el que todos se interesan por el otro, por su día, por lo lindo o lo malo que le pasó a cada uno de los miembros de la familia. Así como el útero contiene al bebé y le da seguridad y sustento durante el embarazo haciéndolo viable, la familia contiene a los hijos, dándoles seguridad, un lugar de referencia, el sentimiento de que son únicos e importantes., les da amor.
Sentarse a la mesa y seguir cada uno embullido en el celular, la televisión o la tableta, produce la misma desconexión que comer cada uno por su lado. La hora de la comida, debería ser un momento sagrado en el que la familia está sola con ellos mismos. Sin interrupciones del mundo exterior. Debería volver a ser ese lugar común; cálido, aceptador y contenedor de todos los miembros de la familia.
Cosas pequeñas como esa, hacen una gran diferencia. En la construcción de una persona, y sin ánimos de comparar, si hubiera que escoger entre un hogar acogedor y continente y los cursos y oportunidades en escuelas muy prestigiosas, qué escogerían ustedes?
Está en cada uno de nosotros, el hacer la diferencia en positivo para nuestros hijos. Cena con tu familia. Dale a tus hijos tu amor y tu presencia.
Clara P Fleischer.




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