LAS PELEAS ENTRE HERMANOS
- cpftherapist
- 7 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Si su hogar se ha convertido en un ring de boxeo, y los niños pelean constantemente y por cualquier cosa,
si usted está cansada(o) de las peleas, los gritos y los reclamos que nunca parecen terminar,
si fuera de la constante pelea de los niños, usted y su pareja tienen una relación armónica, feliz y bien llevada,
pruebe para ver si estos tips le ayudan a mejorar la situación:
En igualdad de condiciones (cuando un niño no es más grande o más fuerte que el otro), no se meta en sus peleas. Los niños pelean para ver quién gana su atención. Entienda que usted es el precio a ganar. Esto lo puede comprobar fácilmente si cuando usted no está en casa, y hay otros adultos cuidándolos, estas peleas no se dan.
Deje a sus hijos resolver sus diferencias por sí mismos. Una vez más: no se involucre. Permita así que se genere una relación entre los hermanos.
Entienda que no todo lo que pasa en el hogar tiene necesariamente que pasar por usted. Lo más sano que puede ocurrir es que los niños hagan alianzas entre ellos para lograr beneficios de sus padres y no que estén divididos luchando por obtener el favor de los padres, uno en contra del otro.
No se convierta en referee de la situación, donde hay un ganador y otro perdedor o culpable. Esto solamente va a incrementar el resentimiento y la necesidad de obtener su favor. No busque culpables.
Trate a sus hijos como lo que son: personas únicas. No ponga etiquetas. Sobretodo, y por más difícil que le resulte, no compare.
Si hay diferencias importantes en edad o en fuerza, entonces intervenga. No castigue al más fuerte.
Si el pequeño siempre se está metiendo con las cosas del mayor e importunándolo, retire al pequeño del lugar. No use esa frase tan trillada ” él es chiquito”. Esto solamente generará más rabia y resentimiento.
Explíquele al mayor que necesita encontrar otra manera de expresar su molestia. Pero permítale sentir lo que sea que sienta. Al no permitir que le pegue -por la diferencia de edades y/o fuerzas-, está protegiendo a ambos.
Ayude a su hijo mayor a sentirse escuchado y a que encuentre su lugar, para que no sienta que el pequeño con su presencia y su gracia, se lo ha quitado.
Demuestre con su actitud que hay sitio para todos.
No acepte acusaciones de ninguno.
Clara P Fleischer




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