NI TANTO NI TAN POCO
- cpftherapist
- 8 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Amamos a nuestros hijos y queremos evitarles todo mal y todo sufrimiento. Sin embargo, todo extremo resulta contraproducente.
Si bien es importante cuidarlos, el exceso, lejos de protegerlos puede resultar nefasto.
Los niños necesitan aprender por su propia experiencia, necesitan asumir las consecuencias de sus actos, necesitan la libertad de poder cometer errores y aprender de ellos.
Como padres, a veces necesitamos frenarnos a nosotros mismos para no hacer todo por ellos. Si estamos más preocupados que ellos porque hagan sus tareas escolares, ellos pensarán que nos hacen un favor cuando salen bien en la escuela.
Si necesitamos corregirles la tarea para que siempre esté perfecta, les estamos enseñando que cualquier cosa por debajo al puntaje perfecto es mala. No aprenderán a frustrarse, o puede que estemos creando en ellos un nivel de exigencia tan alto que los inhiba a atreverse cuando sientan que lo que quieren emprender es demasiado difícil.
Si necesitamos hablar con la maestra para asegurarnos que cada año le toque con la nueva maestra que creemos que será la mejor y con sus amiguitos, no le estamos permitiendo aprender a adquirir las destrezas necesarias para hacerle frente al mundo y a los obstáculos que necesariamente tendrá que vivir.
La mejor herramienta que podemos darle a nuestros hijos es ayudarlos a creer en sí mismos, a esforzarse para lograr alcanzar sus sueños, a frustrarse sin que el mundo se les caiga encima, a levantarse cuando tropiecen en la vida, a aprender de las experiencias vividas.
Si siempre vamos por la vida con un cojín debajo de ellos por si se caen, les estamos negando la posibilidad de lograr todas esas cosas, de confiar en sí mismos, porque de esta manera, es mamá o papá quien resuelve todo y en quien necesitan confiar.
Ni tanto ni tan poco. Los padres somos el ejemplo para nuestros hijos de cómo afrontar la vida, de cómo entenderla. Enseñarles con nuestro ejemplo y darles la libertad para probar y alcanzar sus metas, es prepararlos para la vida.
Clara P Fleischer.




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